El gesto de Carfama, la empresa perteneciente al Grupo DC de José Antonio y Ángel Díaz Carbajosa, que cuentan en éste caso con la labor siempre precisa de Roberto Rodríguez, demuestra con su implicación en esta carrera que el sector tiene los ojos muy abiertos ante los temas que golpean el ánimo con fuerza por la desgracia ajena, por los que son tocados por el infortunio, por lo que merecen, sin pedirlo, un abrazo solidario.
Como integrantes de este mundo del juego, tantas veces ignorado en cuanto significan sus aportaciones económicas a obras de carácter asistencial o benéfico, e injustamente silenciado en esta labor de acercarse al que sufre y nos pilla cerca, al que padece en silencio y es ignorado por la sociedad, al que solo pide la ayuda de una mano amiga que le haga creer en los demás. En este camino de pensar en los demás Carfama lleva dando pasos largos para que la enfermedad de unas personas abra una ventana a la esperanza.